viernes, 18 de octubre de 2013

Postguerra


En 1898 terminó la Guerra; las naciones humanas, unidas en su afán por sobrevivir, hundieron R'lyeh.

La criatura Cthulhu huyó, derrotada. Puede que algunos informes de la época resulten contradictorios, puesto que algunos prisioneros capturados afirmaban que salió del planeta, mientras que otros testigos apuntan a que se hundió con su misteriosa ciudad. Aunque es cierto que hay numerosas evidencias de criaturas voladoras de gran tamaño que fueron avistadas durante esos días en distintas partes del globo, es arriesgado afirmar de forma categórica que se tratara de la misma criatura.

La recuperación no se hizo esperar, con los Profundos en desbandada, se pudo dedicar un gran esfuerzo a intentar normalizar las vidas de los supervivientes. Se continuó e intensificó el desarrollo de nuevos artilugios y armamento adecuado para afrontar otro ataque similar, y en la mayor parte de las naciones, el estamento militar aumentaba su grado de poder e importancia.

Aunque el golpe fue duro, la recuperación y la innovación posterior fue asombrosa. Los restos de tecnología de origen extraterraqueo y la apertura a conocimientos llegados de las estrellas abrieron nuevos horizontes para quien se atreviera a experimentar con ellos. Se desarrollaron nuevos motores, aleaciones y aplicaciones que, años atrás, no podían haber surgido ni en las mentes de los escritores mas fantasiosos.

La peor parte de ese desarrolló llegó en 1913. Tras años de duro trabajo, la vuelta a la normalidad se vio truncada por una escalada militar entre naciones que, tras la situación vivida, encontraban amenazas por todas partes. Los salvadores se estaban convirtiendo en opresores.

En 1914 la situación política, las amenazas y las escaramuzas en las fronteras se volvieron insostenibles, estallando un conflicto entre naciones que afectó a casi la totalidad del globo durante 3 años. Tras esta Gran Guerra, se inició un período de intranquilidad tensa. Los conflictos armados se redujeron, o se desplazaron a regiones menos cubiertas por reporteros y fotógrafos. 

Las guerras entre naciones se convirtieron en "disputas coloniales". El miedo ante la fragilidad humana aun residía en las mentes de aquellos que aparentaban mayor fuerza.

A las amenazas llegadas del océano o de las estrellas, los humanos teníamos otra que añadir.La capacidad de exterminarnos a nosotros mismos.

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